Se propone una intervención integral en la vivienda adaptando el espacio para mejorar la funcionalidad, salubridad y confort interior.
Se opta por el uso de materiales naturales como la madera y la cal y se mejora la eficiencia energética mediante la adición de aislamiento térmico en fachadas y cubierta y la sustitución de carpinterías exteriores por otras con mejores prestaciones. Se aprovechan, además, los recursos bioclimáticos como la orientación o el sombreamiento mediante pérgolas vegetales.